© 2024 Michigan State University Board of Trustees
Public Media from Michigan State University
Play Live Radio
Next Up:
0:00
0:00
0:00 0:00
Available On Air Stations
TECHNOTE: WKAR broadcast signals will be off-air or low power during tower maintenance

Aniversario de la pandemia: Cómo ha impactado el COVID-19 nuestras vidas

En la imagen se puede observar un dibujo de varias personas usando mascarillas. En el lado superior derecho de la imagen se encuentra escrito las siguientes palabras en blanco sobre un rectangulo de color negro: 'Aniversario del inicio de la pandemia: como han cambiado nuestras vidad'. En la parte inferior derecha se puede observar un cuadrado pequeño  blanco en el cual está escrito 'WKAR' con el logo de  ¿Qué onda Michigan?. En el lado izquiero superior del cuadrado pequeño está escrito el número 38 significando que este es el episodio 38 del podcast.

Este episodio ha sido escrito y producido por Yesenia Zamora-Cardoso. Yesenia es pasante de ¿Qué Onda Michigan?.

Esta semana se cumplen dos años desde que la gobernadora Gretchen Whitmer ordenó por primera vez a los habitantes de Michigan que se quedaran en casa para frenar la propagación del COVID-19.

Aunque esas restricciones se han levantado ya no existe un regreso al estilo de vida que teníamos antes de la pandemia.

Vanessa Rosas trabaja como enfermera de cuidados intensivos en Bronson Healthcare Hospital en Kalamazoo, Michigan.

Al principio de la pandemia ella estaba terminando su última rotación de la escuela de enfermería en la sala de emergencias en el hospital que ahora trabaja a tiempo completo.

“Entonces estaba allí casi todo los días y día por día [todo] iba cambiando. Un día te dicen, aquí no hacemos las pruebas [de COVID] ustedes nomas siguen trabajando como normal. El siguiente día [te dicen] ahora se van a tener que poner estas máscaras todos los días y el siguiente día nos dicen no traigas tu propia ropa…nos poníamos ropa diferente para que cuando fuéramos a la casa, nos pudiéramos cambiar y no llevar enfermedad a la casa. Entonces día a día iba cambiando,” explicó Rosas.

Rosas explica que para ella lo más difícil fue tener que terminar sus estudios en un hospital que no tenía suficientes enfermeras que se podían tomar el tiempo y enseñarle porque había tantos enfermos.

Antes de la pandemia, Rosas se encargaba de atender a uno o dos pacientes por turno, pero todo eso cambió durante la pandemia.

“Como el hospital está tan lleno ahora vas a tener tres o cuatro pacientes o hasta más…no solo los estas atendiendo, pero ahora en vez de poner toda tu atención en esos pacientes que están muy graves, le estas poniendo un poco menos atención a cada uno para poder ponerle atención a uno más,” dijo ella.

Beatris Zamora trabaja en una planta procesadora de carne de res en Plainwell, al oeste del estado. Ella ha trabajado allí por más de una década.

Como ella no maneja al trabajo tiene que depender de sus compañeros de trabajo para llegar a tiempo a su turno que empieza antes de las cuatro de la mañana.

Ella dice que tenía mucha ansiedad por no saber si sus compañeros de trabajo se habían contagiado y no la iban a poder llevar al trabajo.

“Los últimos dos años han sido muy difícil porque he tenido que cuidarme mucho para no enfermarme y como trabajador esencial no faltó por enfermedad de COVID,” Zamora dijo.

Cuando la pandemia del coronavirus forzó el cierre de empresas y escuelas en marzo del 2020, los trabajadores agrícolas de todo el país fueron considerados esenciales. El trabajo de Zamora no se detuvo.

En ese entonces a los trabajadores como Zamora no se les garantizaba equipos de protección como las mascarillas durante sus turnos de trabajo. Zamora dice que hubo muchas veces que sus compañeros de trabajo se veían obligados a llegar infectados del COVID-19.

“[Tenía] el temor de la enfermedad [y de] no poder [ir a] trabajar. Porque somos trabajadores esenciales para nuestra familia, esenciales porque dependemos de ese dinero para sobrevivir.” explicó Zamora.

En Michigan, no fue hasta cinco meses después de la pandemia que una orden de emergencia se puso en marcha requiriendo pruebas regulares de COVID-19 y equipo de protección personal para los empleados agrícolas y los de procesamiento de alimentos.

“Nunca deje de desinfectarme y use siempre, al principio fue una mascarilla que se hizo como un pañuelo. Después, tuvimos mascarillas y nunca las dejé de usar. Hasta la fecha las estoy usando todavía,” dijo ella.

Noemi Tobar Arellano es una maestra de kínder en la escuela Cesar Chávez en Grand Rapids. Ella también se dedica a enseñar inglés a las familias que recién han llegado al país desde Latino América.

Durante el primer año de la pandemia, a Tobar Arellano le tocó enseñar sus clases completamente virtual.

Este año ha sido un poco más fácil en persona pero estaba la cuestión de las máscaras. Que algunos niños no querían usarlas. Pero tenían que usarlas,” ella dijo. “Los maestros que yo conozco están sumamente cansados y necesitan todo el apoyo posible.”

Para Tobar Arellano el desafío más grande ha sido la falta de personal en las escuelas.

“Así que por ejemplo en mi trabajo si falta un maestro muchas veces me piden a mí que sea maestra sustituta en un salón. Así que no puedo hacer mi trabajo [porque] tengo que estar en un salón de clase,” ella añadió.

Según Tobar Arellano, lo más difícil para los estudiantes ha sido tener que faltar a las clases por infecciones de COVID.

“A veces se atrasan y es bien difícil cuando un estudiante está atrasado para que ellos puedan aprender las destrezas que necesitan,” Tobar Arellano dice.

Ella se siente afortunada de que nadie en su familia se haya contagiado con COVID. Como maestra, en la primavera del año pasado, Tobar Arellano pudo recibir su vacuna contra el coronavirus antes que otras personas.

“Así que yo me vacune y mi hija cuando cumplió los 16 años ese mismo día fue y se vacunó. Mi esposo también, todos nos vacunamos enseguida. Y tenemos respuestas y todo,” ella dijo.

Tobar Arellano dice que ella quiere que la comunidad sepa que las escuelas están haciendo el mejor esfuerzo con los recursos que tienen.

“Y necesitamos todo el apoyo de la comunidad, de los padres, de los administradores para seguir porque las personas están sumamente afectadas por lo que ha pasado,” ella dice. “Y nosotros tenemos situaciones también problemas y cómo estás pero vamos a la escuela todos los días y enfrentamos a sus hijos y hacemos nuestro mejor esfuerzo siempre.”

¿Cómo ha cambiado tu vida desde que empezó la pandemia? Cuéntanos tu experiencia dejando un mensaje de voz en el 517-355-9527. Es posible que reproduzcamos tu mensaje en nuestro podcast o en la radio.

Beatriz Zamora es madre de Yesenia Zamora-Carodos, la productora y escritora de este episodio.

Stay Connected