Esta nota ha sido traducida por Clay Oppenhuizen. This article has been translated by Clay Oppenhuizen. Read the English version here.
Decenas de personas se reunieron este fin de semana frente al Capitolio del estado de Michigan y a la mansión del gobernador para pedir un alto el fuego duradero entre Israel y Hamás.
Los funcionarios Israelíes estiman que alrededor de 1.200 personas en Israel murieron durante un ataque sorpresa de Hamás el 7 de octubre. Hamás también tomó alrededor de 240 rehenes durante el ataque.
En los días y semanas posteriores, Israel ha llevado a cabo campañas de contraataque con un número de muertos que, según funcionarios palestinos, se acerca a las 15.000 personas. Las organizaciones internacionales, incluida la World Health Organization, dicen que la mayoría de las vidas perdidas han sido mujeres y niños.
Mohamad Ashry asistió al mitin de Lansing el sábado por la noche con su familia. Dijo que viene de Egipto pero que protaba una bandera palestina. Ashry dijo que siente que los palestinos han sido tratados como menos que humanos durante este conflicto.
“Cada uno de ellos, no son sólo números. Estos son seres humanos. Todo el mundo tiene un sueño y todo el mundo tiene una historia. Pero ahora nadie se preocupa por ellos. Incluso nuestro propio gobierno en Estados Unidos está financiando esta guerra enviando armas, enviando dinero y enviando un gran apoyo”, dijo Ashry.
Durante la protesta, los oradores y asistentes lamentaron el respaldo del gobierno estadounidense al gobierno israelí en el conflicto.
Esto a pesar de las crecientes críticas de las United Nations y las organizaciones de derechos humanos por el elevado número de víctimas civiles y palestinos desplazados.
El gobierno israelí y la administración Biden han defendido la ofensiva como parte del derecho de Israel a la autodefensa en su lucha contra Hamás.
Los organizadores del evento del sábado cubrieron las escaleras del Capitolio con velas del color de la bandera palestina y figuras ensangrentadas envueltas para que parecieran bolsas para cadáveres. Cerca había un cartel que decía “escudo humano” en letras mayúsculas.
Dijeron que representaban a los niños perdidos durante la reciente escalada.
“No fueron 60, no fueron 600, fueron más de 6.000 niños los que murieron. ¿Cómo podría no estar aquí?” Dijo la asistente Aklima Hossain, haciendo referencia a los informes sobre el número de víctimas infantiles en Gaza, cuando se le preguntó por qué era importante para ella venir a Lansing.
El viernes entró en vigor un alto el fuego temporal que permite el intercambio de algunos cautivos de ambos lados del conflicto, pero los manifestantes dijeron que no es suficiente.
Sonya Khal ayudó a organizar la manifestación. Ella y otras personas encabezaron cánticos criticando a los funcionarios electos, incluidos el presidente Joe Biden y la gobernadora Gretchen Whitmer, por su apoyo al gobierno israelí.
“Vamos a ir más allá. Y esto es para hacerles saber que no vamos a parar, sin importar qué tipo de pausa temporal establezcan. Cualquiera que sea el alto el fuego temporal, como quieran llamarlo hoy, mañana o pasado, no vamos a parar hasta lograr un alto el fuego permanente”, dijo Khal.
Tanto en el jardín del Capitolio como fuera de la mansión del gobernador, los oradores pidieron a la multitud que dejara de apoyar a los candidatos demócratas que respaldan a Israel.
"El Partido Demócrata de Michigan ha comenzado a tener debates internos y actividades de divulgación sobre cómo aliviar las tensiones políticas con la comunidad árabe estadounidense y trabajar por la unidad entre todos los distritos electorales demócratas", dijo un portavoz del Partido Demócrata de Michigan.
Mientras tanto, un par de docenas de legisladores estatales enviaron una carta a Biden la semana pasada pidiendo también un alto el fuego permanente.