Esta nota ha sido traducida por Clay Oppenhuizen. This article has been translated by Clay Oppenhuizen. Read the English version here.
Tres personas que dirigían dos firmas de peticiones políticas hundieron cinco campañas republicanas para gobernador el año pasado y ahora enfrentan cargos por delitos graves que podrían llevarlos a prisión durante décadas, según los cargos presentados el jueves por la fiscal general de Michigan, Dana Nessel.
Las acusaciones son que los circuladores de peticiones pagados falsificaron miles de firmas, y en un caso, tomaron dinero pero no reunieron firmas. Nessel dijo que los acusados son culpables tanto de delitos financieros como de “crímenes contra la democracia”.
“Si bien los candidatos que recibieron y sometieron al fraude fueron víctimas de la codicia de los acusados, también lo fueron millones de votantes registrados de Michigan, ya sea que finalmente emitieron su voto en las primarias republicanas o no”, dijo.
“Los métodos utilizados para disfrazar su estafa eran de segundo grado y transparentes”, dijo. “Aún así, podemos sentirnos cómodos y tener fe en la seguridad e integridad de nuestras elecciones sabiendo que la Oficina de Elecciones detectó el fraude de manera tan rápida y fácil”.
La fiscal general demócrata dijo que los candidatos republicanos a gobernador afectados por el fraude eran James Craig, Perry Johnson, Donna Brandenburg, Michael Brown y Michael Markey. Ryan Kelley también fue víctima, según los cargos. Kelley hizo la votación primaria, pero perdió la primaria ante el eventual candidato republicano Tudor Dixon.
Las acusaciones son que Shawn Wilmoth, Jamie Wilmoth-Goodin y Willie Reed hicieron trampa en las campañas al cobrar tarifas que suman más de $700,000 pero entregaron firmas falsificadas. En el caso de Kelley, no entregaron firmas de petición, pero no las necesitaba para hacer la boleta primaria.
El cargo más grave es llevar a cabo una empresa delictiva, que es un delito grave de 20 años. Los otros cargos uncluyen falsificación de la ley electoral, falsos pretextos, uso de una computadora para cometer un delito y hurto por conversión.
Wilmoth y Wilmoth-Goodin fueron arrestados el miércoles. Reed no está bajo custodia y está siendo perseguido por el U.S. Marshals Service.