Esta nota ha sido traducida por Clay Oppenhuizen.
This article has been translated by Clay Oppenhuizen. Read the English version here.
Un juez ha rechazado una solicitud para cerrar una huelga de aproximadamente 2200 trabajadores graduados de la Universidad de Michigan.
La jueza de la corte de circuito del condado de Washtenaw, Carol Kuhnke, dictaminó el martes que la universidad no pudo probar que se producirá un “daño irreparable” si la huelga continúa por segunda semana. En cambio, fijó otra audiencia para el lunes para escuchar evidencia y determinar si emitir una orden judicial.
Afuera del juzgado, cientos de sindicalistas y simpatizantes realizaron una manifestación para apoyar la huelga.
Brian Geiringer es un estudiante de maestría de tercer año. Dijo que la universidad no puede funcionar sin trabajadores graduados.
“Tenemos el poder en los números y merecemos un salario digno”, dijo. “Merecemos un campus seguro. Merecemos atención médica trans. Nos merecemos todas estas cosas, y la U of M puede permitírselo tan fácilmente y, en cambio, tenemos que mostrarles lo importantes que somos, en realidad, para la infraestructura universitaria”.
El sindicato tiene una larga lista de demandas, que incluyen salarios más altos, más licencias pagadas y subsidios para el cuidado de los niños, limitar la cooperación con las autoridades federales de inmigración y un mejor acceso a los servicios de atención médica para personas transgénero.
La universidad dijo que muchas de las demandas quedan fuera del ámbito de negociación del sindicato sobre salarios y otras compensaciones y condiciones de trabajo.
Un abogado de la U of M calificó la estrategia del sindicato como un plan para causar “la máxima destrucción posible”.
El portavoz de la U of M, Rick Fitzgerald, dijo que el contrato existente, que vence hasta el 1 de mayo, prohíbe las huelgas. También dijo que la huelga “ha contribuido, ha creado interrupciones innecesarias para los estudiantes en nuestro campus, principalmente para nuestros estudiantes de pregrado”. La universidad dijo que es injusto para los estudiantes que al final de este período necesitan tomar exámenes y calificar el trabajo a tiempo para graduarse.
También hay quejas de ambas partes pendientes ante una junta estatal de trabajo.