Esta nota ha sido traducido por Clay Oppenhuizen. This article has been translated by Clay Oppenhuizen. Read the English version here.
La Legislatura de Michigan regresa el martes al Capitolio estatal con una remota posibilidad de adoptar un plan de financiación de carreteras en su lista de tareas pendientes.
Los republicanos de la Cámara de Representantes esperan obligar a los demócratas de la Cámara de Representantes a que aprueben un plan respaldado por el Partido Republicano para financiar las carreteras con impuestos que actualmente se destinan a otras prioridades. El Partido Republicano de la Cámara de Representantes quiere tomar la parte del impuesto a las ventas de los impuestos estatales en las gasolineras y destinarla a mejoras en las carreteras.
La propuesta recaudaría mucho dinero para carreteras, que ha sido un tema polémico incluso antes de que la gobernadora Gretchen Whitmer acuñara “arreglen las malditas carreteras” hace ocho años como su lema de campaña.
Pero Robert Schneider, un experto en presupuesto del Citizens Research Council de Michigan, una organización no partidista, dijo que el plan republicano de la Cámara de Representantes, tarde o temprano, tendría un costo para otras prioridades de gasto.
“Tres cuartas partes de esa cantidad se destinan a Medicaid y servicios humanos, educación superior, reparto de ingresos y correcciones”, dijo a Michigan Public Radio, “por lo que un gran componente de los recortes que serán necesarios tendrían que salir de esas áreas”.
Pero Schneider también dijo que el estado podría obtener más del dinero que ya está gastando en carreteras. Un informe de julio de 2024 de su grupo clasificó a Michigan en el puesto 30 del país en lo que gasta en carreteras, pero en el puesto 40 en la calidad del pavimento.
“Otros estados que tienen problemas de ingresos similares parecen obtener mejores resultados de sus obras viales que nosotros, por lo que esto sugiere que hay otras cosas que quizás necesitemos reformar en cuanto a la forma en que abordamos las carreteras”, dijo.
La propuesta inicial de Whitmer de aumentar el impuesto al combustible fracasó en la Legislatura durante su primer mandato. En 2020, los legisladores aprobaron una propuesta de emisión de bonos, pero aún no existe un plan a largo plazo para financiar proyectos viales.
En las últimas semanas de la sesión y a punto de perder su mayoría en la Cámara, los demócratas han presentado proyectos de ley que proponen una variedad de opciones, entre ellas aumentar el impuesto estatal a la gasolina a 49 centavos por galón, agregar peajes en las carreteras y aumentar las tarifas vehiculares. Todas ellas se consideran improbables en los últimos días de la sesión.