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Las cooperativas de trabajadores brindan oportunidades a inmigrantes en Michigan [repeticion]

Uno de los secretos más guardados en los Estados Unidos es la economía creciente de cooperativas de trabajadores y lugares de trabajo democráticos.

Miles de personas alrededor del país forman parte de este tipo de empresas no solo como clientes sino como dueños. Ellos no solo son parte de un movimiento en contra del modelo corporativo de explotación y abandono sino que van más allá de eso al crear una economía alternativa que se basa en el principio que todos merecemos tener un buen trabajo más que nada.

¿Pero qué son exactamente? Tori Kuper, es una organizadora para la Nueva Coalición de Economía o como se conoce en inglés New Economy Coalition.

“Nosotros imaginamos un mundo en el que nuestras vidas ya no están dominadas ni tampoco determinadas por ninguna forma de un sistema económico extractivo como en el que vivimos ahorita y visualizamos un mundo en que todos tienen lo que necesitan…donde las personas tienen agencia colectiva y pueden definir por ellas mismas su futuro,” explicó Kuper.

Ella dice que las cooperativas de trabajadores son un negocio que es propiedad de los trabajadores y que también es manejado y gestionado por los mismos trabajadores.

“Entonces cada trabajador es el dueño y a la vez tiene capacidad de decidir y de votar. Por lo tanto en una cooperativa manejada por los trabajadores, la gestión del negocio se comparte de una forma colectiva y a su vez también existe una participación colectiva en los beneficios. Es decir, los beneficios también se comparten,” dijo Kuper.

Las cooperativas de trabajo están surgiendo como un modelo organizativo que responde a los cambios en el mundo del trabajo.

Cualquier tipo de empresa puede ser propiedad de los trabajadores y puede estar controlada como una cooperativa. Las cooperativas de trabajo pueden ofrecer formas de organizar nuevas formas de trabajo con menos dependencia del empresario y mayor flexibilidad y colaboración entre los trabajadores.

Kuper explica que estos modelos les permiten a los grupos marginados como los inmigrantes indocumentados a tener más libertad.

En lugar de buscar trabajo en los centros de trabajo tradicionales y permanecer siempre vulnerables a las decisiones y el control de los empresarios, muchas personas como Kuper instan a los trabajadores inmigrantes a tomar las riendas y formar sus propias cooperativas de trabajo.

“Los trabajadores que pertenecen a una cooperativa que está manejada por ellos mismos se dice que tienen siete veces menos probabilidades de que puedan ser despedidos que aquellos que trabajan en modelos tradicionales de negocio,” dijo Kuper.

Según Kuper los trabajadores de color que pertenecen a estas empresas pueden llegar a tener ingresos familiares promedia que son 79% más alto y un ingreso medio salariar de un 30% más alto que las personas que trabajan en modelos tradicionales de negocio.

"Estas son estructuras que en realidad tienen mucho más éxito general riqueza para la comunidad y para las comunidades de color que los negocios tradicionales," explicó Kuper.

Aunque la pandemia de COVID-19 causó un desastre para muchas empresas, un estudio de la Universidad de Rutgers descubrió que de 747 empresas estadounidenses las que eran propiedad de los trabajadores tenían cuatro veces más probabilidades de haber conservado el personal durante la pandemia.

“Era menos probable que cerraran y pusieran en peligro a los trabajadores que están en primera línea en condiciones peligrosas,” dijo ella.

En general explica ella que este tipo de negocio tiende a brindar salarios más altos, mejores condiciones de vida, trabajos más dignos y ambientes más seguros que aquellos negocios tradicionales.

“Sobre todo y especialmente para las comunidades de color que siempre se ven afectadas de una forma desproporcionada y también como todos los trabajadores que se encuentran siempre como en primera linea,” dijo Kuper.

En Detroit, existe Gracia en Acción que es una red de colectivos y cooperativas dirigidas por jóvenes y trabajadores. Ellos se dedican a ayudar a las personas viviendo en el suroeste de Detroit a formar cooperativas de trabajo.

Idalis Longoria, la directora de desarrollo cooperativo para Gracia en Acción, dice que actualmente ellos han ayudado en la formación de seis cooperativas de trabajadores diferentes.

“Y los estamos ayudando a apoyar a seguir sus negocios y a crecerlos,” dijo Longoria.

Longoria espera poder ayudar a crear 200 cooperativas de trabajadores para el 2030.

Una de estas es la cooperativa de traducción de Rita Ramirez. La cooperativa se llama Bridging Languages o Cruzando Puentes de Idiomas.

“He traducido de niña chiquita. Yo soy primera generación inmigrante, entonces cuando llegué nadie de mi familia sabía el inglés y yo como la niña más grande de cinco años, en el kinder, era la única que podía leer y escribir inglés,” dijo Ramirez.

“Entonces yo en mis planes siempre y creciendo yo traducía para muchos de mis familiares y muchos de mis amigos y muchas veces gratis. Es algo un poquito estresante porque yo diría que muchos de estos lugares, como en el doctor, en los hospitales, tienen que traducir y yo digo que tienen ellos por ley tienen que proveer esos recursos y no los hacen,” explicó ella. “En mi mente, yo creciendo, siempre quería empezar algo así y lo hacía como un hobbie, algo al lado. Pero siempre tenía que trabajar, tenía que estudiar, hacer otras cosas por mi familia, y no tenía el enfoque solamente en hacer traducción.”

Ramirez nunca pensó que iba a poder empezar un negocio propio pero gracias a la ayuda que recibió de Gracia en Acción todo se le hizo muy fácil y lo que empezó como un sueño se hizo realidad en pocos meses.

“Yo no pensaba cómo iba a hacer mi propio negocio, mi propia colectiva, y menos yo sola. A mí me gusta hacer cosas en grupo con diferentes personas porque siento que con apoyo se puede lograr más que con una persona singular,” dijo ella. “El beneficio de las colectivas es que uno es el empleado y también es el empleador. Siempre vas a tener la misma voz que de los demás en la colectiva, nadie puede opinar sobre ti.”

Cuando Ramirez trabajaba para otras personas como traductora le obligaban a firmar un documento que le prevenía a ella a poder trabajar como traductora para otras compañías.

“Y yo no quería hacer eso. Yo quería tener mi propia libertad de decidir. En una colectiva uno puede tomar la decisión de hacer otra cosa sin ningún problema,” explicó Ramirez.

En otros trabajos, Ramirez dice que le ha costado pedir días de vacaciones pero en una colectiva todo es más fácil y simple.

“Con un trabajo regular no te quieren dejar ir y menos en los días festivos. Pero aquí somos una colectiva, todos somos unidos, todos nos platicamos y si tenemos una preocupación nos hablamos con honestidad,” ella dijo.

Maru Bautista tiene experiencia ayudando a trabajadoras domésticas en Nueva York a empezar sus propias cooperativas.

“Muchas de ellas trabajaban en fábricas o trabajaban en restaurantes o trabajaban en casas de personas como trabajadores domésticas y para empezar el salario mínimo que tenían ellas era muy bajo. Cuando entran a las cooperativas, empiezan a generar dos, tres veces más de lo que generaban antes trabajando menos horas,” explicó Bautista.

Ella dice que mucho del abuso que ellas sufrieron tiene ver con el desconocimiento de los derechos del trabajador.

“Y algunos casos hasta les quitan también sus documentos cuando están viviendo con algunas personas, supuestamente para proteger sus documentos y su identidad o lo que sea,” dijo Ramirez. “Pero luego se vuelven situaciones muy precarias en las que tienen que intervenir otras agencias para sacar las de esas casas y esas son circunstancias muy difíciles en las que están viviendo.”

Bautista dice que los salarios bajos, falta de protecciones al empleador, y falta de beneficios son algunos de los problemas sistémicos que afectan a los inmigrantes indocumentados que no tienen la posibilidad de pedir un mejor tratamiento por la falta de estatus legal.

“Las comunidades inmigrantes que son nuevas al país pues con mucha frecuencia vienen por una experiencia de necesidad económica. Entonces entran al sistema capitalista que extrae el trabajo de las personas,” dijo ella.

Según Bautista, las cooperativas de trabajo permiten a las personas poder salir de esa experiencia y formar algo diferente donde pueden tener oportunidades y mejores ingresos. Oportunidades en donde aprenden sobre los derechos de los trabajadores, a los que tienen acceso en el país.

Para muchos inmigrantes las cooperativas de trabajadores se han vuelto la respuesta a años de sufrimiento en modelos tradicionales de empleo.

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As WKAR's Bilingual Latinx Stories Reporter, Michelle reports in both English and Spanish on stories affecting Michigan's Latinx community.