Esta nota ha sido traducida por Clay Oppenhuizen. This article has been translated by Clay Oppenhuizen. Read the English version here.
Cuando Lilia y José Reyes comenzaron a salir hace cinco años, sabían que mantener unida a su familia no iba a ser fácil.
José, originario de México, es indocumentado y vive en Estados Unidos desde que tenía 15 años. Aunque José está casado con Lilia, una ciudadana estadounidense, no ha podido calificar para un estatus legal porque llegó los Estados Unidos sin permiso.
“Estoy propenso a ser deportado porque en cualquier caso que nomás me pidan mi documetación y al hecho de no tenerla, automáticamente ya me pueden aprehender . Pero eso nunca se quita de la mente”, él dijo.
Vivir sin un estatus legal ha influido en muchos aspectos de la vida de la pareja de Battle Creek, incluso si José puede adoptar legalmente a sus dos hijastras.
“En este momento, soy su padre pase lo que pase”, añadió José. “Me consideran y me ven como su verdadero padre, pero en este momento debido a mi situación es un poco más complicado”.
Actualmente, José es el principal sostén de la familia y trabaja a tiempo completo como supervisor de obras de construcción para que Lilia pueda quedarse en casa y cuidar a una de sus hijas que tiene una discapacidad de aprendizaje. Debido a su falta de estatus legal, a José le preocupa que tomarse el tiempo para acompañar a su esposa a las reuniones de su hija con las médicos pueda poner en riesgo su empleo.
“Ahorita pues sea lo que sea pues yo soy el padre para ellas. Ellas me toman y me ven como su padre verdadero. Pero, ahorita, por lo mismo de mi situación, es un poco más complicado”.
Lilia dice que lleva la carga de tener que ser el contacto principal para los asuntos oficiales de la familia.
“Mi esposo sí me ayuda mucho, pero todo lo que es de papeles tengo que estarlo llenando yo... y es un poco complicado y nomás que a veces me detengo mucho”.
Una decisión reciente de la Casa Blanca ha dado cierta esperanza a la familia Reyes.
La semana pasada, el presidente Joe Biden emitió una acción ejecutiva que otorgaría a inmigrantes como José una estatus legal sin necesidad de salir del país.
Actualmente, los inmigrantes que ingresan ilegalmente a los Estados Unidos deben solicitar una exenció del gobierno si desean obtener un estatus legal y someterse a una entrevista con un funcionario consular fuera de los EE. UU. El proceso no garantiza un estatus legal y a veces puede mantener separadas a las familias de estatus mixto.
Las acciones ejecutivas de Biden abrirían un camino para que los inmigrantes indocumentados casados con un ciudadano estadounidense califiquen para una tarjeta de residencia y luego la ciudadanía estadounidense.
“Personas a largo plazo que ya tienen vínculos en la comunidad que están contribuyendo a la comunidad, que pueden tener hijos ciudadanos estadounidenses que están tratando de legalizarse, pero debido a la forma en que ingresaron, se les ha impedido hacerlo”, dijo Veronica Thronson, la directora de la Immigration Law Clinic en el College of Law de la Michigan State University.
Los inmigrantes indocumentados deben pasar una verificación de antecedentes penales y demostrar que han estado en Estados Unidos durante al menos diez años para ser elegibles para obtener un estatus legal según las acciones ejecutivas de Biden. Se espera que el programa entre en vigor a finales del verano.
Mientras tanto, Lilia Reyes mantiene la esperanza de que su esposo José obtenga estatus legal antes de fin de año, dándoles la estabilidad que han anhelado desde que se casaron por primera vez.